"Continente Indiano" | Entre nomos y anomos | 10.02.2006

En poco menos de ocho aсos la tesis de Fukuyama ha sido proclamada ya urbi et orbi. El argumento central deriva sus rumbos entre Hegel y Nietszche y se aplica a la consumaciуn de la historia desde la doble caнda del soviet y el muro: el ingreso a una era en que la victoria de la democracia liberal y el capitalismo se hacen ya irreversibles. Paradуjicamente la victoria que anuncia no es la del oscurantismo y el conservatismo social que asociara el marxismo al capitalismo burguйs. Sino la de la Revoluciуn Burguesa en Sн Misma ---la americana y francesa--- paralizada hasta hoy, en sus logros,. por la resistencia de fuerzas arcaizantes, mitificadoras y utуpicas que representara el marxismo. Ante el desconcierto de las viejas izquierdas, en el neoliberalismo revoluciуn y reacciуn invierten de este modo sus signos. Los conflictos que el mundo pudiera seguir contemplando en los aсos futuros no serбn ya otra cosa que insignificantes querellas entre fuerzas que encarnan antiguos valores, en fase de descomposiciуn, y la fuerza progresista del liberalismo, la democracia representativa y el mercado imparables que --desde los Estados Unidos de Amйrica-- encarnan la posthistoria sin fin de un mundo unicultural y monohegemуnico al que el mismo Fukuyama reconoce, por fin, como un "futuro que no tiene futuro" y que se pierde en el tedio de ideales vacнos y pragmatismo hedonнstico.

En el horizonte ideolуgico brumoso y teutуnico en que buscan moverse los tres paradigmas, el modelo de Huntington perfila mбs bien un Ragnarok o Batalla Final. Los actores principales en el mundo que nace serбn --- nos anuncia--- no ya las superpotencias como antes sino los estados centrales de las ocho civilizaciones que juzga primarias: la euro-norteamericana, la europeo-oriental o eslava, la islбmica, la confuciana, la budista, la japonesa, la latinoamericana y la africana. Se comportan --sostiene-- como gigantescas "placas tectуnicas" que inevitablemente chocaran entre sн, dando lugar a una serie interminable de convulsiones y guerras que modelarбn el siglo que nace. Entre tanto, los pueblos con cultura comъn se estбn acercando. Los paнses de culturas plurales se desintegran o enfrentan desgarradoras tensiones. En este nuevo mundo, la polнtica local termina centrada en el conflicto de lo йtnico; la polнtica mundial en el de lo civilizatorio a mбs grandes escalas.

Panajotis Kondylis, mбs esencialmente germano --tal vez justo a causa de su origen helйnico-- se esfuerza por trascender de la bruma teutуnica a la luz hiperbуrea. Mбs que Fukuyama y que Huntington, sale al encuentro de pensadores insignes de nuestra tradiciуn filosуfica que ejercen influencia notable sobre el pensamiento de Schmitt. Como con la juventud hegeliana a Cieszkowski, le preocupa, ante todo, la relaciуn entre la teorнa y la praxis, el divorcio entre la existencia y el texto y entre las lуgicas, frecuentemente antagуnicas que йstos imponen. La polisemia, universalmente confusa, contradictoria y en el fondo vacнa, que revela el examen empнrico de nociones comunes como libertad, democracia, liberalismo o libre mercado y que manda y comanda los conflictos de la era їes accidental o inherente a la condiciуn del lenguaje en los tiempos modernos? їno es acaso ---hace eco a Schmitt-- inherente a la misma palabra --particularmente en el campo polнtico-- el sentido polйmico?. Kondylis evade sistemбticamente la trampa que las abstracciones imponen, refugiandose en el hombre concreto colocado en una situaciуn histуrica dada. "Sуlo hay existencias humanas colocadas en situaciones concretas, que actъan y reaccionan especнficamente en cada ocasiуn; una de esas acciones y reacciones especнficas consiste, segъn la terminologнa habitual, en concebir ideas o apropiarse de ellas. Ahora bien, las ideas no intervienen inmediatamente, sino que son sуlo las existencias humanas las que van a actuar, en nombre de esas ideas, en el interior de sociedades organizadas. Igualmente, las combinaciones de ideas son la obra de existencias humanas que se fundan sobre su propia relaciуn con otras existencias. En fin, las ideas no son ni vencedoras ni vencidas: su victoria o su derrota representan simbуlicamente el dominio o la sumisiуn de ciertas existencias humanas", sostiene. "El pensamiento y el lenguaje cuentan entre los instrumentos de la afirmaciуn de sн mismo". "Seguramente, es posible morir por `la' verdad -pero solamente por la nuestra, es decir, la que coincide con nuestra propia identidad". La lуgica del combate o --mбs bien la relaciуn amigo-enemigo como piensa Carl Schmitt define una relaciуn ontolуgica que trasciende a la ideologнa y al texto.

Lo que cuenta, por eso, en ъltimo tйrmino, en la era que empieza, no debiera buscarse en la lуgica del discurso triunfante --mera imagen lingьнstica en el plano virtual--- sino en la de su relaciуn con la praxis de la que la separa y enfrenta una brecha creciente. El antagonismo y la incoherencia crecientes entre idealizaciуn y existencia, entre el lenguaje moral y la acciуn de la fuerza. Sobre la base de estas incongruencias Kondylis avisora un escenario distinto en el que las fuerzas en juego son mбs bien las que representan a "pequeсos y grandes". Una lucha orientada de un lado a imponer un esquema uniforme, abstracto y formal en el orden global sobre una negaciуn de las existencias y diferencias humanas concretas y reales; y del otro a afirmar el derecho de las pequeсas naciones a sus propias demandas de libertad y democracia o derechos humanos en los tйrminos propios que sus identidades derivan. Y es que como lo advierte en forma temprana el ultramontano De Maistre quien sostuvo no haber conocido nunca hombres sino simplemente alemanes, griegos, persas o franceses: "…une constitution qui est faite pour toutes les nations, nґest faite pour aucune: cйst une pure abstraction, une oeuvre scolastique fait pour exercer lґesprit dґaprиs une hypothйse idйale, et quґil faut adresser а lґhomme, dans les espaces imaginaires oъ il habite". El racionalismo instrumental del mundo tйcnico, la racionalidad utilitarista del Estado de derecho, el individualismo atomista y la impersonalizaciуn de los vнnculos humanos que йsto trae consigo configuran el peor enemigo de la paz en los tiempos futuros y serбn ---segъn lo percibe Kondylis--- factores cruciales en una reemergencia masiva de nacionalismos e identidades histуricas.

A pesar de las diferencias de sus enfoques y aproximaciones especнficas los tres paradigmas con los que he elegido en estas pбginas presentar el horizonte filosуfico que abre el milenio concuerdan en la identificaciуn de una fuerza corrosiva que socava desde sus raices mismas todos los futuros previsibles. Es la fuerza ---o antifuerza--- de la anomia o descomposiciуn moral que afecta las bases de la nueva sociedad desde el momento mismo en que nace.

"A Fukuyama le preocupa el egoнsmo y el excesivo individualismo de las sociedades liberales, su implacable erosiуn de todas las formas de comunidad y de moral social. Para funcionar debidamente, las sociedades liberales dependen de tradiciones culturales no liberales o preliberales, especialmente las que se basan en la religiуn. Y son precisamente estas tradiciones las que el liberalismo socava. Si todo el mundo se estб volviendo liberal, todo el mundo tambiйn se estб volviendo amoral" comenta Krishan Khumar. "Los liberales lockeanos como… Jefferson o Franklin…no vacilaron en afirmar que la libertad requerнa la creencia en Dios. El contrato social entre individuos con intereses propios racionales, en otras palabras, no se sostenнa por sн mismo sino que necesitaba una creencia suplementaria en castigos y premios divinos". "La decadencia ha ocurrido no a pesar de los principios liberales, sino a causa de ellos…no serб posible ningъn fortalecimiento de la vida comunitaria a menos que los individuos… acepten la vuelta a ciertas formas histуricas de la intolerancia" citaba a Fukuyama yo, de mi parte, unos aсos atrбs

Y ahн donde Fukuyama deja abierta esa puerta de la intolerancia a cuya apertura se harб cada vez mбs favorable en sus escritos y libros posteriores, Samuel Huntington se impone el abrirla desde una perspectiva distinta. Gobiernos y pueblos de todo el mundo se enfrentan hoy a una crisis de identidad ---sostiene--- que resuelven redefiniйndola en tйrminos culturales. Como resultado de este proceso, la polнtica mundial estб siendo reconfigurada a lo largo de lнneas culturales. La esencia de los conflictos actuales en el mundo ---dice-- es de naturaleza cultural y los puntos de fricciуn son aquellos donde distintas civilizaciones entran en contacto. La imagen apropiada ---insiste--- serнa la de las placas tectуnicas que, al chocar, unas se superponen, otras se hunden, pero, en todo caso, producen graves perturbaciones. Samuel Huntington, frasea esta geologнa ficticia de tal modo que termina convirtiendola en un instrumento de homogenizaciуn o arrasamiento universal de las diversidades culturales en su esencia ---fundamentalmente religiosa--- bajo el argumento inexorable de que ni la realizaciуn del estado de democracia universal ni la del mercado abierto globalizado que considera inseparables del espнritu de la civilizaciуn euro-norteamericana podrнa realizarse sino bajo la cobertura de un solo liderazgo en lo politico y la imposiciуn de un ъnico sistema de creencias, de valores y conductas ---es decir de religiуn--- que garantizara en lo esencial la uniformidad de la cultura planetaria.

"Uno de los rasgos mбs definitorios de la Modernidad es el odio a la diversidad cultural. Para la Modernidad sуlo puede existir una Cultura, la suya propia. La Modernidad es etnocida por definiciуn y sustancia. Hoy los Estados Unidos se estбn lanzando a una lucha titбnica para eliminar y destruir las grandes culturas que aъn subsisten en nuestro planeta. Como nuevos jacobinos a escala planetaria, su objetivo -ya formalmente declarado y asumido- no es otro que el de extirpar de la superficie del planeta todo vestigio de diversidad cultural", segъn un reciente comentario a propуsito del horizonte que Huntington propone.

"El fracaso de los grandes dogmas de la democracia de masas puede conducir no sуlo a un largo y salvaje desorden, sino tambiйn a un orden brutal donde la polнtica, reducida a la distribuciуn de bienes, impondrнa por la fuerza una severa disciplina con el fin, precisamente, de realizar esta tarea. Podrнa entonces conservarse el ideal de la igualdad y seguir interpretбndolo en el sentido democrбtico y material, pero no se podrб hacer lo mismo con las actitudes hedonistas que estбn en la base del consumo de masas en las democracias occidentales...", sostiene Kondylis por su parte.. "la manera en que la sociedad mundial afronte el problema de la anomia influirб considerablemente sobre la estructura del orden mundial futuro y sobre el carбcter de las prуximas guerras". Sugiere en otro lugar que la combinaciуn de democracia de masas y йtica universalista podrнa conducir a una biologizaciуn de lo polнtico -una reducciуn de la polнtica a la simple lucha por la supervivencia. Del pensamiento de Kondylis se deriva una conclusiуn que era de esperar. Las preocupaciones de Huntington y de Fukuyama no pasan de ser la manifestaciуn de un ansia frustrada de control que se niega a sн misma en su propio principio: ahн donde la autoridad temporal ---que por su propia naturaleza es de orden externo y que arraiga en el dominio de las fuerzas materiales--- y la autoridad moral ---que por su propia naturaleza es de orden interno y de raiz espiritual--- han sido extraсadas del logos, del telos y el nomos que constituyen su principio de armonнa en el orden humano, se extiende inevitablemente en la tierra la oscuridad de Saurуn y Mordor estableciendo el dominio de Anomos y el Imperio de Anomia.

El problema de la anomia no es, por cierto, una preocupaciуn exclusiva de la escuela sociolуgica positivista de Durkheim sino que se encuentra entretejido de manera inextricable no solo en la discusiуn metapolнtica de pensadores como Schmitt (їcуmo hablar del nomos sin ocuparse de la anomia?), en las teopolнticas de los ultramontanos como De Maistre, Chateaubriand, De Bonald, Donoso y otros mбs y, por supuesto en las puramente teolуgicas de quienes se han ocupado de la escatologнa o doctrina apocalнptica sobre cuyo tema han llegado ahora a coincidir los pensadores seculares de fin de milenio. En el otro extremo de la durkheimiana discusiуn sobre los indicadores estadнsticos de descomposiciуn social y las tasas de suicidio se encuentra, mбs allб de las fronteras entre la latinidad y la ortodoxia una larga tradiciуn de exйgesis de los textos paulinos de Tesalonisences y las profecнas de Daniel que ha sido compartida en occidente por grandes pensadores como Isaac Newton y en el oriente por filуsofos como Nikolai Danilevsky, Vladimir Soloviev y sus seguidores actuales. Es esta una tradiciуn teopolнtica a la que De Maistre no fue ajeno sin duda y con la que con seguridad debiу familiarizarse durante las largas noches blancas en las que transcurrieron las veladas de su exilio de San Petersburgo. Su mбs expresiуn mбs explнcita estб contenida en el texto paulino que sirve de epнgrafe a estas pбginas y que en libre y moderna traducciуn puede leerse en йstos tйrminos: "Vosotros sabeнs quй es el [ katejуn] que impide que se muestre [el apocalipsis de] la secreta anomia… y si es retirado eso que le retiene [el katйjon] el anomos se mostrarб abiertamente". Presentando mis excusas a traductores mбs hбbiles, destaco que las palabras griegas anomia, katejуn y anomos, son las que nuestras biblias suelen traducir como "iniquidad", "obstбculo, impedimento o sello" y "hombre de iniquidad" o "anticristo". Me limitarй aquн a reproducir el comentario de Alexander Dughin, uno de los mбs destacados pensadores geopolнticos en la Rusia Postrevolucionaria: "on the teological and soteriologic function of the Emperor, based on the 2nd message of Saint Apostle Paul to Ptessalonicians, in which the question was about the “holding one”, “catejуn", the “holding one” is identified by the orthodox Christian exegetes with the Orthodox Christian Emperor and the Orthodox Christian Empire. Catholicism from the beginning - i.e. right after the defection from the united Church - took another model instead of the symphonic (caesarian-papist) one , in which the authority of Roman Pope spread also onto the spheres, which were strictly referred to Basileus's competence in the symphonic scheme. Catholicism broke the providential harmony between the temporal and spiritual dominions, and, according to the Christian doctrine, fell into heresy".

Resulta iluminado, con йsto, el nъcleo profundamente escatolуgico que se oculta tras las formas filosуficas, ideolуgicas, polнticas y aun jurнdicas que se muestran en la mбs o menos agitada superficie de esta discusiуn sobre el telos de la evoluciуn y del progreso que se prolonga ya por lo menos dos siglos en las sociedades de origen latino y helйnico; y que, desde una armazуn teolуgica encubierta por la jerga cientista de las disciplinas sociales de la postrevoluciуn francesa, articula aspectos tan varios de nuestro pensamiento moderno como los que ataсen al ultramontanismo, al socialismo utуpico, al sinarquismo de Saint Yves, al positivismo sansimoniano y al de Comte, al hegelianismo y a la juventud hegeliana, a los mesianismos politicos de Towianski y de Mickievicz, a los utopмsmos evangйlicos y protestantes del siglo XIX, a la ortodoxia paneslбvica, al marxismo, al bolchevismo, al nazismo con su aspiraciуn joaquimita y last but not least a las nuevas ideologнas seculares de fin del milenio y a los omnipresentes delirios del New Age. Los nuevos caminos que se abren a la investigaciуn de estos ъltimos doscientos aсos perturbados ahora ya no por el fantasma del comunismo sino por el de la anomia encuentran sus primeros exploradores hoy dнa en las investigaciones de Elinor Schaffer, Laurence Dickey. Krishan Kumar, Christopher Norris, Frank Kermode, Edward W. Said y otros muchos mбs. Sus precursores en Lцwith y en Blumenberg. Sostuvo el primero: "La irreligiуn del progreso sigue siendo una especie de religiуn que se deriva de la fe cristiana en una meta [telos] futura y en la que se sustituye un eschatуn definido y trascendente por uno indefinido e inmanente".

Pero, una vez establecido, consolidado y confirmado el Reino de Anomia y de Anomos, йsto es el de la "iniquidad", "in-equidad" o "injusticia", aquel en el que las libertades devienen abstracciones y la vida cuotidiana termina por la fuerza y el dinero sometida a una coacciуn fйrrea y tirбnica, donde los privilegios no se someten mбs a la medida del deber ni los deberes se acompaсan de los derechos respectivos, donde los lazos naturales que vinculan los hombres en una humanidad compartida quedan todos disueltos y el individuo -aislado en tal forma-- es sometido al desamparo total, donde la rectitud de la moral y la eficacia de la fuerza se mantienen en una contradicciуn insoluble en la que se desgarran las almas…їa quй es a lo que deberemos llamar reaccionario?. Eduardo Hernando Nieto, en este libro, nos provйe un intento de respuesta: "es йsto finalmente --dice-- lo que representa el pensamiento verdaderamente reaccionario, una Reacciуn franca ante una acciуn que convierte esta realidad en un virtual choque entre una cosmovisiуn ideolуgica (revoluciуn) y una tradiciуn metapolнtica (catolicismo)". Una cosmovisiуn ideolуgica ---йsto es, el mero producto de una doxa, una opiniуn especulativa que aspira a hacerse autуnoma frente a la Razуn que por necesidad la trasciende. Y una tradiciуn metapolнtica, йsto es anclada en un principio trascendente, ese Logos que ya la Ilustraciуn nos diу por perdido y que resplandece por Sн en las tinieblas como eterno garante de unidad y armonнa entre espнritu y carne.

Llegados al momento preciso al que Nietszche ---cien aсos atrбs--- hablando de historia,.describiу como "la lнnea de la nada", la fuerza misma de las cosas impone la inversiуn de valores que se hallan ya en su totalidad trastocados en este patйtico fin de una civilizaciуn que ha perdido su norte. Si, como Fukuyama pretende, en el neoliberalismo revoluciуn y reacciуn invierten sus signos, la Reacciуn se hace entonces Revoluciуn finalmente. Se muestra inquebrantable, por fin, como una vocaciуn cada vez mбs consciente por la restauraciуn del sello, el katйjon en el que se constituye la armonнa de espнritu y carne, de la razуn moral y la fuerza, de derecho y deber, de colectividad e individuo y en el que se hace nuestra humanidad, en su plenitud, epifбnica. Una inversiуn del hegelianismo epigonal y decadente de Fukuyama y Huntington como la que ya anticipaba Cieszkowski, anticipandose tambiйn a Karl Marx al reclamar el retorno de la teorнa a la praxis y la rehabilitaciуn de la materia y la carne en la justicia social y econуmica y como aquella en la que seсalaron caminos de encuentro entre trabajo y espнritu, pensadores de la talla de Ernst Jьnger y Ernst Niekisch.

Nos conduzca, en la espera, el optimismo de Schmitt: "El nuevo nomos de nuestro planeta crece irresistiblemente. Muchos no ven ahн mas que muerte y destrucciуn. Algunos creen vivir el fin del mundo. En realidad, lo que estamos viviendo es el fin de una relaciуn hecha ya antigua. El viejo nomos entra en decadencia y con йl todo un sistema de medidas, de conceptos y hбbitos adquiridos. Pero lo que viene no tiene por quй ser pura desmesura, ni una nada enemiga de todo nomos. Pueden emerger justas medidas y pueden tomar forma proporciones razonables, incluso en medio del combate cruel entre las antiguas y las nuevas fuerzas. Tambiйn aquн existen dioses que gobiernan. Inmensa es su grandeza". El hombre, semejanza e imagen de los dioses --anuncia--- volverб a ser la medida de todas las cosas.

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